Implantes dentales sin metal: ¿Cómo son y cuándo deben usarse?
Urgencias dentales
Implantes dentales sin metal

Implantes dentales sin metal: ¿cómo son y en qué casos deben usarse?

Muchos pacientes acuden a nuestras clínicas interesados en los implantes dentales sin metal. Normalmente, lo hacen porque presentan algún tipo de intolerancia o alergia a los metales. Sin embargo, existen otros casos en los que los implantes dentales sin metal están aconsejados. En este artículo, te detallamos cuáles son esos supuestos y qué ventajas tienen este tipo de implantes dentales.

¿Qué son los implantes dentales sin metal?

Los implantes dentales sin metal, también conocidos como implantes cerámicos o implantes de zirconio, son una alternativa a los tradicionales implantes dentales fabricados con titanio.

Por lo general, este tipo de implantes están especialmente indicados en aquellos pacientes que presentan alergia a los metales o que buscan la opción más estética posible en su tratamiento de implantología.

En nuestras clínicas dentales utilizamos los implantes Straumann Pure Ceramic. Straumann es una de las marcas líderes porque, además de los años de investigación con los que cuentan sus implantes, están garantizados de por vida.

¿En qué casos se deben usar implantes dentales sin metal?

A continuación, te contamos en qué casos está recomendado utilizar implantes dentales sin metal:

  • Alergia o sensibilidad al titanio: aunque la alergia o sensibilidad al titanio es infrecuente, algunos pacientes presentan esta intolerancia. En estos casos, es necesario recurrir a los implantes de zirconio, ya que, al estar confeccionados con un material cerámico, no contienen ningún tipo de metal.
  • Preferencias estéticas: los implantes de zirconio son de color blanco, por lo que se asemejan más al color natural de los dientes. Esto hace que resulten más estéticos para las personas que presentan un tejido gingival (encía) muy fino, ya que el color grisáceo del implante podría advertirse a través de la encía y dar a esta un aspecto antiestético y más oscuro de lo normal. Igualmente, los implantes dentales sin metal también resultan más estéticos en casos de retracción de encías, lo que puede provocar que el implante quede ligeramente expuesto.
  • Bruxismo: las personas que sufren bruxismo tienden a apretar y/o rechinar los dientes, especialmente durante las horas de sueño. Este apretamiento y/o rechinamiento constante someten a los implantes a una presión adicional, lo que hace que estén más expuestos a fracturas. Sin embargo, el zirconio es un material que se caracteriza por su dureza y resistencia, por lo que este tipo de implantes también están indicados para los pacientes bruxistas.

 

Ventajas de los implantes dentales sin metal

Los implantes sin metal, específicamente los de zirconio, ofrecen una serie de ventajas respecto a los tradicionales implantes de titanio. Los principales beneficios son los siguientes:

  • Estética superior: como ya hemos mencionado, los implantes de zirconio son blancos, por lo que se asemejan más al tono natural de los dientes. Esto resulta especialmente beneficioso para aquellos pacientes que presentan encías delgadas o retraídas, en las que un implante metálico podría llegar a advertirse con mayor facilidad.
  • Biocompatibilidad: el zirconio es un material altamente compatible con el organismo. Esta ventaja hace que sea bien tolerado por el cuerpo humano y ayuda a que el implante se integre correctamente con el hueso durante el proceso de osteointegración. Además, esta biocompatibilidad reduce el riesgo de sufrir mucositis y periimplantitis, dos enfermedades que pueden provocar el rechazo del implante dental.
  • Nulo riesgo de alergia: aunque sea infrecuente, hay algunas personas alérgicas o sensibles al titanio. El zirconio, al ser un material cerámico, elimina los problemas relacionados con la alergia a los metales.
  • Dureza y resistencia: el zirconio es un material de gran dureza y resistencia. Por ello, los implantes dentales sin metal son menos propensos a las grietas y las fracturas, así como más resistentes al desgaste (aquel que se produce debido a la masticación o al bruxismo).

 

¿Es mejor un implante de titanio o un implante de zirconio?

Normalmente, no resulta posible determinar, en términos generales, si un tipo de implante (ya sea con metal o sin metal) es mejor o peor que otro. Esto depende de varios factores que en nuestras clínicas dentales valoramos de manera individualizada: caso de cada paciente, número de dientes que haya que reponer, preferencias estéticas, salud dental general, posibles alergias, etc. En función de todas estas variables, el especialista puede determinar cuál es el mejor implante dental para cada persona.

Tanto los implantes con metal (titanio) como los implantes sin metal (zirconio) están respaldados por numerosos estudios científicos. Sin embargo, a día de hoy, los implantes dentales de zirconio cuentan con un menor número de investigaciones debido a que su uso es más reciente.

En general, los implantes dentales sin metal son más adecuados en los tres supuestos que hemos mencionado a lo largo de este artículo:

  • Alergia o sensibilidad al titanio.
  • Tejido gingival fino.
  • Bruxismo.

Dejando a un lado estas situaciones, es fundamental que el especialista oriente al paciente sobre cuál es el material más adecuado para su caso, una vez le haya explicado las diferentes opciones junto con sus ventajas y desventajas.

Si estás pensando en llevar implantes dentales sin metal y necesitas la orientación de nuestro equipo médico especializado en Implantología dental en Barcelona, puedes acudir a una primera consulta gratuita en una de las clínicas dentales de Grup Dr. Bladé.

Dr. Joan Bladé
Especialista en Odontología y Estomatología en Grup Dr Bladé | 934 052 929

Nº de colegiado: 20975/1558.

Especialista en Odontología y Estomatología con más de 25 años de experiencia en el sector y una extensa formación en la especialidad.

Experto en implantes, ortodoncia, periodoncia, odontopediatría, estética dental y endodoncia. Con certificaciones en dichas especialidades por la Universidad de Barcelona y la Universidad Complutense de Madrid.