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¿Qué es la pericoronaritis y cómo se cura?

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Tabla de contenidos
Pericoronaritis en las muelas del juicio

La erupción de los dientes es un proceso por el que todas las personas pasamos. Primero con los dientes de leche, y una vez que estos se caen, con la dentadura definitiva. Aunque es parte de nuestro crecimiento, en ocasiones algunas piezas dentales pueden causar problemas y molestias, como es el caso de las muelas del juicio. Su erupción puede derivar en afecciones como la pericoronaritis.

¿Qué es la pericoronaritis?

La pericoronaritis es una inflamación de los tejidos blandos que rodean la corona de un diente parcialmente erupcionado. Esta afección se relaciona principalmente con el crecimiento de las muelas del juicio. Se produce cuando, al erupcionar un diente, este queda parcialmente cubierto por la encía, debido a una falta de espacio en la arcada o a una posición inadecuada de la pieza dental en erupción. De hecho, la pericoronaritis es más común en las muelas del juicio inferiores, ya que, normalmente, en esa arcada hay menos espacio para la erupción.

Esta situación provoca que en la zona de la encía donde se está produciendo la erupción parcial se acumulen restos de comida y bacterias que resulta difícil eliminar mediante la higiene oral diaria. A su vez, esta falta de limpieza genera una inflamación del tejido que rodea el diente y una posterior infección.

Lo más habitual es que la pericoronaritis se produzca en pacientes de entre 18 y 29 años, dado que en esta franja de edad comienzan a crecer las muelas del juicio. Sin embargo, también pueden darse casos de pericoronaritis en niños, cuando erupcionan los primeros molares definitivos tras la caída de los dientes de leche.

Causas de la pericoronaritis

Cuando un diente erupciona, ejerce una presión en la encía hasta perforarla. Como consecuencia, la encía se retrae y deja ver la corona dental. Sin embargo, este proceso puede alterarse, especialmente con las muelas del juicio, y derivar en una pericoronaritis. 

Además, otra causa muy frecuente se da en adultos con muelas del juicio que no han acabado de erupcionar. Con el tiempo, se produce una bolsa periodontal en la parte posterior de la encía de esa pieza dental y acaba produciéndose una pericoronaritis.

La principales causas de la pericoronaritis son las siguientes:

  • Falta de espacio: no hay suficiente espacio en la arcada dentaria para que la muela erupcione total y correctamente. Por eso, queda parcialmente cubierta por la encía.
  • Alteraciones en la posición: la muela del juicio sale en una posición inclinada, lo que provoca que impacte en el diente adyacente, es decir, el segundo molar.
  • Higiene oral deficiente: además de todo lo anterior, hay que tener en cuenta que las muelas están en una zona de difícil acceso (parte posterior de la boca), por lo que es más complicado practicar una correcta higiene dental con el cepillo de dientes.

Síntomas de la infección por pericoronaritis

Hay una serie de señales que nos pueden hacer sospechar de esta infección. Al comienzo son signos leves y poco molestos, pero una pericoronaritis que no se trata a tiempo puede causar problemas complejos. Los principales síntomas de esta afección son:

  • Dolor en la zona afectada, que puede irradiarse hasta el oído y la mandíbula.
  • Dificultad para masticar y/o abrir completamente la boca.
  • Inflamación y enrojecimiento de la encía que cubre la muela que está erupcionando.
  • Sangrado de la encía, sobre todo al cepillar la zona, aunque también puede darse al masticar o de forma espontánea.
  • Halitosis, es decir, mal aliento debido a la infección.
  • Mal sabor de boca.
  • Malestar general.
  • Fiebre, en los casos más severos, cuando la infección se extiende.
  • Formación de un absceso en la encía (una cavidad en la que se acumula pus), que puede llegar a extenderse a la garganta o la faringe. Este también es un síntoma de pericoronaritis grave.
  • Inflamación de los ganglios, que hace que se presenten duros y dolorosos al tacto.

Como ya hemos avanzado, los síntomas de la pericoronaritis pueden variar en función de la gravedad del caso. Hay personas que solo presentan un leve dolor en la zona afectada. Sin embargo, aproximadamente la mitad de los pacientes termina por desarrollar un dolor agudo, en caso de no tratar la infección.

Además, hay que tener en cuenta que, a largo plazo, en caso de no tratar esta patología, se pueden desarrollar enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis), patologías relacionadas con la garganta (faringitis y amigdalitis) o problemas digestivos.

Tipos de pericoronaritis

La sintomatología de la pericoronitis varía según el tipo de infección, que puede ser de menor o mayor gravedad: aguda congestiva, aguda supurada o crónica.

1. Pericoronaritis aguda congestiva o serosa

Es el tipo inicial de pericoronaritis. Se caracteriza por una inflamación leve de los tejidos blandos alrededor del diente. Sus síntomas son dolor moderado y sensación de presión en la zona, así como encías inflamadas y enrojecidas. Sin embargo, no suele haber secreción de pus.

2. Pericoronaritis aguda supurada

Es una evolución de la fase congestiva o serosa, con una infección bacteriana activa. Se caracteriza por la presencia de pus en la bolsa pericoronal. Sus síntomas son dolor intenso, que puede irradiarse a otras zonas (mandíbula, oído o cuello); inflamación severa y enrojecimiento de las encías; limitación para abrir la boca (trismus); halitosis; mal sabor en la boca; malestar general y fiebre ocasional.

3. Pericoronaritis crónica

Este tipo es más común en casos donde el problema no se ha resuelto completamente. Se presenta con episodios repetitivos de molestias leves y periodos asintomáticos (dolor y sensación de incomodidad intermitente, inflamación leve de las encías y dificultad ocasional para masticar o abrir la boca).

¿Cómo se cura la pericoronaritis?

El tratamiento de la pericoronaritis dependerá del estado en el que se encuentre la infección. Las opciones más comunes son:

Higiene oral y cuidado local

Se debe practicar una higiene bucodental minuciosa en casa, cepillando los dientes después de cada comida y usando tanto cepillos interdentales como enjuagues bucales con antisépticos (como clorhexidina).

Tratamiento farmacológico

En cualquiera de los casos, e independientemente del grado de gravedad de la afección, uno de los primeros pasos del tratamiento es combatir la infección, el dolor y la inflamación. Para ello, el odontólogo recetará los fármacos más adecuados, que pueden ser analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos.

Limpieza del área afectada

Se realiza una limpieza alrededor de las muelas del juicio siguiendo una serie de técnicas de higiene profesionales. El odontólogo aplica anestesia local al paciente, de modo que no sienta dolor alguno, y mediante ultrasonidos y curetas se eliminan los restos de comida y bacterias que se han quedado entre la encía y la pieza dental.

En caso de que existiera un absceso dental, se drenará para que salga el pus y se limpiará usando suero y clorhexidina.

Extirpación del opérculo

Una vez se ha producido una mejoría y han pasado unos días de la anterior visita al dentista, se valorará la necesidad de eliminar el opérculo. El opérculo es el trozo de encía que cubre el diente y está causando el problema, ya que da cobijo a las bacterias. De esta manera, se pretende evitar que se produzca de nuevo una infección en la zona.

El procedimiento de extirpación consiste en una cirugía menor sencilla, que también se realiza bajo anestesia local en la clínica dental. Como hemos dicho, busca prevenir la aparición de futuras infecciones.

Extracción del molar

Si todo lo anterior no fuera suficiente y el molar se encontrara en una mala posición o no tuviera espacio para erupcionar, se recurriría a la extracción de la muela del juicio. De este modo, evitaremos que la pericoronaritis vuelva a aparecer debido a una mala higiene causada por la malposición de estas piezas dentales.

Cuando es necesaria la extracción, en la mayoría de los casos se solicita un TAC de la zona del maxilar, para comprobar la posición del nervio dentario, ya que muchas veces está situado cerca de las raíces de las muelas del juicio inferiores.

¿Cuánto tiempo dura la pericoronaritis?

Una vez dicho todo esto, ¿cuánto dura la pericoronaritis? La duración de esta afección está directamente relacionada con el tratamiento que se realice, así como con la gravedad de cada caso.

Por lo general, una vez se administran los antibióticos necesarios, la infección desaparecerá al cabo de unos pocos días. Cuando se ha controlado la infección, el dentista pautará un tratamiento para eliminar la pericoronaritis definitivamente. Dicho procedimiento (ya sea la extirpación del opérculo o la extracción del molar) se realiza en un solo día.

Dicho esto, podemos resumir que, con el tratamiento adecuado, una pericoronaritis leve puede resolverse en unos pocos días, mientras que una pericoronaritis aguda puede tardar entre una y dos semanas en desaparecer.

¿La pericoronaritis se puede prevenir?

En una gran cantidad de casos, la infección por pericoronaritis se puede prevenir siguiendo una serie de medidas:

  • Mantener una buena higiene oral, prestando especial atención a la zona de las muelas del juicio.
  • Realizar revisiones periódicas con el dentista para controlar la erupción de las muelas.
  • Considerar la extracción preventiva de las muelas del juicio si no tienen espacio suficiente para erupcionar correctamente, siempre bajo el criterio del odontólogo.

La pericoronaritis puede convertirse en un problema importante si no se trata a tiempo. En las clínicas Grup Dr. Bladé, contamos con equipos médicos especializados que te ayudarán a prevenir y tratar cualquier afección oral. Si experimentas molestias en la zona de tus muelas del juicio, no dudes en contactarnos para solicitar tu primera valoración gratuita.

Bibliografía

 

Dr. Joan Bladé
Especialista en Odontología y Estomatología en Grup Dr Bladé | 934 052 929

Nº de colegiado: 20975/1558.

Especialista en Odontología y Estomatología con más de 25 años de experiencia en el sector y una extensa formación en la especialidad.

Experto en implantes, ortodoncia, periodoncia, odontopediatría, estética dental y endodoncia. Con certificaciones en dichas especialidades por la Universidad de Barcelona y la Universidad Complutense de Madrid.

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