Mantenedor de espacio: ¿qué es y cuándo se coloca?
27 Dic¿Tu hijo ha perdido un diente de leche, ya sea por un golpe o una caries? Esta circunstancia merece una visita al odontopediatra cuanto antes, aunque la pieza dental sea temporal y se fuera a caer próximamente. Es posible que haya que colocar un mantenedor de espacio para prevenir futuros problemas en la erupción de los dientes permanentes.
¿Por qué hay dientes de leche que se caen de forma prematura?
Los dientes temporales, comúnmente llamados de leche, se van cayendo progresivamente a lo largo de la infancia para que puedan erupcionar las piezas dentales definitivas. Por lo general, los dientes de leche comienzan a caerse entre los seis y los doce años de edad. Sin embargo, en algunas ocasiones, los dientes de leche pueden perderse de manera prematura debido a razones como las siguientes:
- Traumatismo: los golpes o caídas, tan frecuentes en niños, pueden causar fracturas de distinta severidad. En consecuencia, cabe la posibilidad de que el diente de leche se caiga antes de tiempo o de que haya que extraerlo.
- Caries dental: de la misma manera, una caries extensa que llega hasta las capas internas del diente puede dañar su estructura, hasta el punto de que haya que extraerlo, lo que provoca su pérdida prematura.
- Enfermedades periodontales: aunque son menos comunes en niños, las enfermedades de las encías (gingivitis y periodontitis) también pueden hacer que los dientes de leche se caigan de forma prematura.
- Anomalías genéticas o problemas de desarrollo: algunos niños pueden presentar alteraciones que afectan a la retención de los dientes de leche. Es decir, hay piezas dentales que son más débiles y se caen antes de tiempo o con mayor facilidad. En otros casos, los niños pueden perder sus dientes de leche de manera prematura, sin una razón aparente, debido a su propio proceso de desarrollo dental.
Dicho esto, es fundamental que los padres estén atentos al proceso de erupción dental de sus hijos y acudan a un odontopediatra si observan la pérdida prematura de un diente de leche. De esta manera, el profesional podrá evaluar si es necesario colocar un mantenedor de espacio.
¿Qué es un mantenedor de espacio?
Un mantenedor de espacio es un aparato que permite preservar el hueco dejado por un diente de leche que se pierde de forma prematura. Su propósito principal es mantener el espacio vacío, hasta que el diente permanente erupciona. De esa manera, el mantenedor de espacio evita que los dientes adyacentes se desplacen y traten de ocupar el hueco dejado, lo que puede causar diversos problemas de alineación y oclusión dental.
Debido a su sencillez y, a la vez, a todas las complicaciones que pueden evitar, los mantenedores de espacio son uno de los aparatos más utilizados en Odontopediatría.
¿Para qué sirven los mantenedores de espacio?
A grandes rasgos, podemos decir que los mantenedores de espacio sirven para lo siguiente:
- Mantener el espacio para los dientes permanentes: la función principal de un mantenedor de espacio es guardar el hueco dejado por un diente de leche perdido. Esto es crucial porque los dientes de leche actúan como guías para los dientes permanentes que erupcionan más tarde, por lo que es importante que se mantengan alineados.
- Prevenir el movimiento de los dientes adyacentes: cuando se pierde un diente, los dientes vecinos tratan de desplazarse y de ocupar el espacio vacío, lo que puede dar lugar a diferentes maloclusiones en los dientes definitivos, como el apiñamiento.
- Favorecer el correcto desarrollo de la mandíbula y los dientes permanentes: en consecuencia, el hecho de mantener el espacio ayuda a que los dientes permanentes tengan suficiente hueco para erupcionar en la posición correcta.
- Prevenir problemas futuros de ortodoncia: al evitar el movimiento indeseado de los dientes y mantener el espacio para que las piezas dentales permanentes erupcionen, los mantenedores de espacio también sirven para prevenir futuros tratamientos de ortodoncia largos o complejos.
En este punto, conviene recordar que no todos los niños que pierden un diente de leche prematuramente necesitan un mantenedor de espacio. Por ello, el odontopediatra deberá valorar al niño y, en función de distintos factores (edad, grado de desarrollo dental, tiempo que falta para que erupcione el diente definitivo…) determinará si es necesario colocar un mantenedor de espacio. En caso afirmativo, establecerá cuál es el tipo de aparato más adecuado.
Tipos de mantenedores de espacio
En líneas generales, podemos decir que existen dos tipos de mantenedores de espacio: fijos y removibles. La elección entre uno y otro depende de varios factores como la ubicación del diente perdido, la edad del niño o el número de dientes perdidos.
Mantenedores de espacio fijos
Los mantenedores de espacio fijo son aparatos basados en bandas o barras, que se colocan en los dientes contiguos a la pieza dental perdida. De esa manera, abarcan el espacio vacío y ejercen una ligera presión sobre los dientes adyacentes, para evitar que se muevan. Normalmente, los mantenedores de espacio fijos se colocan en incisivos (centrales y laterales), caninos y molares.
Mantenedores de espacio removibles
Los mantenedores de espacio removibles son dispositivos que cuentan con un paladar fabricado con resina. Este, a su vez, contiene unos ganchos que se anclan a los dientes adyacentes a la pieza dental perdida.
Aunque los mantenedores de espacio removibles suelen ser más cómodos e higiénicos, ya que se pueden retirar, exigen un grado de colaboración alto por parte del niño. En caso de que no se lleven el tiempo diario recomendado por el odontopediatra, el tratamiento puede no dar el resultado esperado.
Consecuencias de no utilizar un mantenedor de espacio
No utilizar un mantenedor de espacio después de la pérdida prematura de un diente de leche puede tener distintas consecuencias negativas para el desarrollo dental de la persona. Las principales son las siguientes:
- Desplazamiento de los dientes adyacentes.
- Problemas en la erupción de los dientes permanentes
- Alteraciones en la alineación y la oclusión. Los cambios en la posición de los dientes afectan a la manera en que los dientes superiores e inferiores encajan cuando la persona cierra la boca. Una de las principales consecuencias de no utilizar un mantenedor de espacio es el apiñamiento.
- Anomalías en la función masticatoria y estética. El hecho de no colocar un mantenedor de espacio puede hacer que el diente definitivo no erupcione correctamente, lo que da lugar a distintos inconvenientes funcionales (por ejemplo, a la hora de comer) y estéticos.
- Necesidad de realizar tratamientos de ortodoncia más complejos y largos en el futuro.
- Dificultades de higiene bucodental. Unos dientes que no están correctamente alineados suelen ser más difíciles de limpiar, ya que presentan recovecos que no son fácilmente accesibles para el cepillo.
- Mayor riesgo de desarrollar caries y enfermedades periodontales. A su vez, la falta de higiene incrementa el riesgo de padecer determinadas patologías en la boca
En este punto, nos gustaría recordarte lo que resaltamos al comienzo del artículo: si tu hijo ha perdido un diente de leche prematuramente, no lo dejes pasar. Puedes acudir a una de nuestras clínicas dentales, situadas en distintos puntos de Barcelona, para que un odontopediatra valore al niño y determine si es necesario colocar un mantenedor de espacio.
Nº de colegiado: 20975/1558.
Especialista en Odontología y Estomatología con más de 25 años de experiencia en el sector y una extensa formación en la especialidad.
Experto en implantes, ortodoncia, periodoncia, odontopediatría, estética dental y endodoncia. Con certificaciones en dichas especialidades por la Universidad de Barcelona y la Universidad Complutense de Madrid.