Apiñamiento dental: ¿con qué tratamientos se corrige? ¿Cuánto tiempo tarda?

01 Oct

El apiñamiento dental es una alteración muy frecuente tanto en niños como en adultos, así como uno de los principales motivos por los que las personas recurren a la ortodoncia. Puede tener un impacto significativo en la salud y estética bucodental, ya que además de empeorar el aspecto de la sonrisa aumenta la propensión a sufrir enfermedades bucodentales (gingivitis, caries, periodontitis…).

En este artículo, abordaremos con mayor detalle las consecuencias de los dientes apiñados y te explicaremos cuáles son los principales tratamientos que llevamos a cabo en las clínicas dentales Grup Dr. Bladé.

¿Qué es el apiñamiento dental?

El apiñamiento dental es una maloclusión producida por la falta de espacio en la boca, por lo que los dientes no pueden alinearse correctamente en la arcada dentaria. Como resultado, los dientes pueden girarse, superponerse o desplazarse fuera de su posición ideal.

Este problema puede afectar tanto a los dientes superiores como a los inferiores. Lo más habitual es que el apiñamiento dental se diagnostique en niños a partir de los seis años, cuando los dientes de leche empiezan a caerse para que puedan erupcionar las piezas dentales definitivas.

Dado que los dientes definitivos tienen un tamaño mayor que los temporales, se hace patente la falta de espacio en la arcada. Sin embargo, si el apiñamiento no se corrige, acompañará a la persona hasta la edad adulta.

Grados de apiñamiento dental

El apiñamiento dental se puede clasificar en tres grados, dependiendo de la gravedad de la alteración: leve, moderado y severo.

• Apiñamiento leve: se da cuando la arcada presenta una falta de espacio de tres milímetros o menos.
• Apiñamiento moderado: se produce cuando la falta de espacio es de tres a cinco milímetros.
• Apiñamiento severo: se refiere a una falta de espacio superior a los seis milímetros.

¿Por qué se produce el apiñamiento dental?

El apiñamiento dental puede deberse a una combinación de factores. Las principales causas son las siguientes:

• Genética: la forma y el tamaño de los dientes y los huesos maxilares (maxilar superior y mandíbula) pueden ser heredados. Cabe la posibilidad de que una persona tenga, por cuestiones genéticas, unos dientes más grandes de lo normal o unos huesos maxilares pequeños. Como resultado, no existe suficiente espacio para albergar todos los dientes en su posición correcta.
• Pérdida prematura de dientes de leche: cuando un niño pierde sus dientes temporales (de leche) antes de tiempo existe el riesgo de que el resto de piezas dentales traten de ocupar los huecos dejados. Como consecuencia, se desalinean los dientes de leche y los dientes permanentes pueden erupcionar en posiciones incorrectas.
• Hábitos infantiles: algunos hábitos infantiles, como chuparse el dedo o usar chupete o biberón más allá de los tres años, pueden causar apiñamiento dental.
• Erupción de las muelas del juicio: la erupción de las muelas del juicio, que suele producirse entre los 18 y los 21 años, puede provocar que los dientes se apiñen. Esto se debe a que salen cuando el resto de dientes ya ocupan su posición en la boca, por lo que generalmente no disponen de todo el espacio que necesitan para erupcionar correctamente. Esto hace que empujen al resto de dientes, provocando movimientos indeseados y apiñamiento.
• Dientes supernumerarios: son los dientes “extra” que exceden el esquema de dentición habitual y que no deberían estar en la arcada. Cuando una persona experimenta la erupción de un diente “extra” es frecuente que se dé una falta de espacio que cause apiñamiento.

Tipos de apiñamiento dental

A continuación, vamos a agrupar los tres tipos de apiñamiento dental que existen, en función del origen de la maloclusión:

Apiñamiento primario

Tiene un componente genético y hereditario. Por eso, si los padres sufren apiñamiento, es más probable que sus hijos lo tengan. Ante estos casos, es necesario realizar una primera visita temprana al ortodoncista, cuando el niño tiene seis años. De esta manera, se podrá prevenir o corregir la maloclusión a tiempo.

El apiñamiento primario puede deberse a unos dientes grandes, a un hueso maxilar pequeño o a ambos. E incluso, a dientes supernumerarios.

Apiñamiento secundario

Comprende una serie de factores originados durante la infancia. Por ejemplo, los malos hábitos orales infantiles de abusar del chupete o chuparse el dedo pulgar. Además, el apiñamiento secundario puede deberse a la pérdida prematura de los dientes de leche.

Apiñamiento terciario

Se desarrolla más tarde, en la edad adulta. Por lo general, se produce por la erupción de las muelas del juicio.

Consecuencias del apiñamiento dental

Las principales consecuencias del apiñamiento para la estética y la salud bucodental son las siguientes:

• Dificultad para practicar una buena higiene: los dientes apiñados son más difíciles de limpiar, ya que no permiten cepillar todas sus caras ni dejan pasar con facilidad el hilo dental. Esto favorece la aparición de placa bacteriana y sarro.
• Enfermedades bucodentales: el desarrollo de placa bacteriana y sarro es el desencadenante de patologías como la caries, la gingivitis y la periodontitis. Por tanto, las personas con apiñamiento son más propensas a desarrollar enfermedades orales.
• Desgaste desigual: los dientes apiñados no contactan adecuadamente entre ellos. Por ello, hay unas zonas del esmalte dental que se desgastan más que otras.
• Fisuras y fracturas: un desgaste severo debilita el esmalte y hace al diente más susceptible a fisuras y fracturas.
• Alteración de la mordida: en función de su severidad, el apiñamiento puede provocar alteraciones graves en la oclusión (mordida) de los dientes. A su vez, la falta de contactos adecuados entre los dientes superiores e inferiores puede desencadenar problemas en la masticación, la deglución, la respiración y el habla.
• Problemas estéticos: otra de las consecuencias del apiñamiento dental es que empeora la estética de la sonrisa.
• Falta de autoestima: una sonrisa con dientes apiñados puede llevar a complejos y problemas de autoestima.

¿Cómo se corrige el apiñamiento dental?

La solución para el apiñamiento dental dependerá, fundamentalmente, de la edad de la persona y del grado de apiñamiento. A continuación, vamos a repasar los tratamientos más habituales.

Corrección del apiñamiento dental en niños: ortodoncia interceptiva

En edades tempranas (entre los seis y los nueve años) el apiñamiento dental puede corregirse mediante el uso de ortodoncia interceptiva.

La ortodoncia interceptiva comprende una serie de aparatos que sirven para corregir el apiñamiento de origen esquelético. Es decir, las maloclusiones que se deben a anomalías en el crecimiento y la formación de los huesos maxilares.

Por ejemplo, si los dientes apiñados tienen su origen en un paladar ojival o estrecho, el ortodoncista podrá colocar un disyuntor de paladar. De esa manera, el niño tendrá más espacio en su arcada superior para albergar todos los dientes definitivos.

Corrección del apiñamiento en adolescentes y adultos: ortodoncia

En el caso de pacientes adolescentes y adultos, será necesario recurrir a un tratamiento de ortodoncia, ya sea con brackets (metálicos o estéticos) o con alineadores transparentes (Invisalign, SureSmile…).

En estos casos, será importante distinguir entre los grados de apiñamiento. Por ejemplo, si el paciente presenta un apiñamiento dental leve o moderado, se podrá recurrir a un tratamiento de ortodoncia con stripping.

El stripping es una técnica que sirve para reducir, ligeramente, el ancho de los dientes. Esta es una reducción milimétrica que no se nota a simple vista. Sin embargo, realizada en varios dientes, permite obtener el espacio necesario en la arcada para alinear toda la dentadura.

En el supuesto de que el paciente presente un apiñamiento dental grave será necesario recurrir a tratamientos de ortodoncia acompañados de técnicas más complejas. Este es el caso, por ejemplo, de las extracciones dentales o de la cirugía ortognática. Esta última es una intervención quirúrgica que se realiza en pacientes adultos que presentan alteraciones severas en el tamaño y la posición de los huesos maxilares.

Sin embargo, afortunadamente, cada vez son menos los pacientes que necesitan recurrir a estos tratamientos más complejos. Hoy en día existen técnicas muy avanzadas y el seguimiento que se hace en los niños es mayor, por lo que las alteraciones graves suelen detectarse antes.

¿Cuánto tarda en corregirse un apiñamiento?

El tiempo que tarda en corregirse el apiñamiento varía en función del grado de la maloclusión y el tipo de tratamiento. Por ejemplo, en los niños y en los adultos que presentan un apiñamiento dental leve, la duración suele oscilar entre los seis y los 12 meses.

En cambio, quienes padecen un apiñamiento moderado o grave suelen necesitar entre 18 y 24 meses.

De cualquier manera, todos los plazos mencionados son orientativos. En el caso de que quieras saber más detalles sobre la duración de los tratamientos, te recomendamos llamar a una de nuestras clínicas dentales y solicitar una primera consulta gratuita con un ortodoncista.