La higiene bucal es algo realmente importante para conseguir una bonita sonrisa y evitar algunos riesgos que pueden ocasionar enfermedades en los dientes. Casi todas las patologías dentales están ocasionadas por una carencia de higiene dental o un cepillado inapropiado de los dientes. Para evitar estas situaciones, lo ideal es llevar a cabo una correcta técnica de cepillado, ya sea con un cepillo dental eléctrico o con uno manual.
Obviamente, la técnica de cepillado de la que hablamos será distinta con cada tipo de cepillo. Esto ocurre, porque los movimientos oscilantes del cepillo de dientes eléctrico nos van a permitir una mayor precisión en la higiene de nuestras piezas dentales, pero siempre haciendo el movimiento correcto y la presión justa durante el cepillado.
Muchos dentistas recomiendan el uso de los cepillos eléctricos, sobre todo en personas que no realizan correctamente sus rutinas de higiene dental. Con estos instrumentos, el cepillado es un poco más preciso y sencillo. Pero, no podemos olvidar que con los cepillos manuales también se puede lograr una higiene dental bastante apropiada. Sólo es cuestión de entretenerse en llevar a cabo el cepillado exhaustivo de los dientes.
Pasos para usar el cepillo dental eléctrico
– En primer lugar es necesario que nuestro cepillo de dientes esté cargado. De esta forma no perderá potencia y tu cepillado será mucho más preciso. Si prevés que te queda poca batería colócalo en el cargador para evitar deficiencias durante la higiene dental.
– Es muy importante tener en cuenta que los cabezales de este tipo de cepillos también se deterioran con el uso continuado. Además, tras un tiempo suelen acumular bacterias y esto no es muy conveniente para un correcto cepillado de los dientes. Por este motivo, es necesario cambiar los cabezales cada 2 meses aproximadamente. Así se garantizará una experiencia dental mucho más satisfactoria.
– Aplica un poco de pasta con flúor sobre las cerdas del cepillo de dientes eléctrico. Con una pizca de producto (del tamaño de una lenteja) será más que suficiente. Utilizar mucha pasta de dientes sólo genera espuma en exceso y esto no es algo muy conveniente.
– Separa tu boca en cuatro cuadrantes, dos superiores y dos inferiores.
– Comienza cepillando uno de los cuadrantes, para continuar con el resto. Debes entretenerte unos 40 segundos en cada zona. Pon el cepillo sobre las piezas dentales, ejerce un poco de presión y muévelo realizando movimientos circulares. El propio movimiento del cabezal del cepillo dental eléctrico hará el resto del trabajo.
– Es muy importante cepillar el interior de los dientes y todas las superficies dentales. Sobre todo, las muelas y piezas que se utilizan durante la masticación.
– Enjuaga la boca con un poco de agua y habrás terminado con el cepillado correcto de dientes.
– No te olvides de utilizar el hilo dental o los cepillos interproximales para acceder a las zonas a las que no puedes llegar con el cepillo.
– Por último utiliza un buen enjuague bucal para disponer de mayor protección y frescor.
El uso del cepillo dental eléctrico puede servir de gran ayuda para llevar a cabo un cepillado apropiado. No obstante, es posible que durante procesos de inflamación de las encías o gingivitis, el odontólogo desaconseje estos cepillos. Esto se debe a que los movimientos y la fricción de estos utensilios pueden provocar mayor retracción de las encías afectadas. Cuando el problema esté resuelto se puede volver a la rutina de limpieza con el cepillo eléctrico.
Nº de colegiado: 20975/1558.
Especialista en Odontología y Estomatología con más de 25 años de experiencia en el sector y una extensa formación en la especialidad.
Experto en implantes, ortodoncia, periodoncia, odontopediatría, estética dental y endodoncia. Con certificaciones en dichas especialidades por la Universidad de Barcelona y la Universidad Complutense de Madrid.