Son muchas las causas que pueden provocar una piorrea. La mala higiene bucodental es, sin duda, la causa más conocida para que se produzca esta enfermedad oral. La periodontitis se produce por la acumulación de placa bacteriana y sarro en las piezas dentales, sobre todo en la zona de las encías. En los casos más avanzados es posible que se formen bolsas periodontales, que dañan más aún los dientes.
Además, existen grupos de riesgo que son más propensos a padecer este tipo de patologías orales. Las personas que sufren diabetes, quienes toman algunos fármacos y los fumadores forman parte de los grupos en los que la prevalencia de la piorrea aumenta.
Además, en algunos casos existe un factor genético y hereditario que puede hacer más fácil la aparición de la enfermedad.
En cualquier caso, la única forma de prevenir la piorrea es llevando rutinas de higiene oral exhaustivas y de calidad. Además, visitar al dentista de forma periódica es muy importante para evitar que la enfermedad evolucione en el caso de que ya haya hecho acto de presencia.