
Pide Tu Cita Gratuita
Comienza el cambio en tu sonrisa
La frenectomía es un tratamiento relativamente sencillo, siempre y cuando lo realice un profesional experimentado. Sin embargo, es necesario recurrir a él en los niños que presentan alteraciones a la hora de comer o hablar a consecuencia de un frenillo bucal demasiado grueso o corto.
Resolvemos tus dudas
Los frenillos bucales son unos tejidos fibrosos que sirven para unir una parte fija con una parte móvil de la boca. Existen tres tipos de frenillos bucales:
La frenectomía es una intervención quirúrgica que sirve para corregir alteraciones en los frenillos labiales (superior e inferior) y lingual. Consiste en la extirpación de un frenillo que ocasiona problemas funcionales o estéticos de relativa consideración.
La frenectomía, también conocida como cirugía de frenillos, es una intervención mínimamente invasiva, con una recuperación rápida y que se realiza bajo anestesia local. Por lo general, suele llevarse a cabo en niños, a lo largo de la infancia.
Lo más habitual es realizar una frenectomía en los primeros años de vida. Para ello, es fundamental que los padres presten atención al desarrollo bucal del niño y que acudan a revisiones anuales con el odontopediatra.
De esta manera, se detectarán los casos en los que puede ser necesario hacer una frenectomía:
En función de cuál sea el frenillo que está causando las alteraciones, podemos distinguir entre dos tipos de frenectomía: labial y lingual.
La frenectomía labial suele realizarse en niños que ya cuentan con los dientes definitivos. Esto se debe a que el frenillo labial puede corregirse con el propio desarrollo bucodental del niño.
Este tipo de frenectomía se realiza por frenillo hipertrófico. Es decir, que tiene un tamaño o grosor mayor al habitual. Dentro de la frenectomía labial, la más común es la que se realiza en el frenillo labial superior. En la mayoría de los casos, la cirugía se lleva a cabo para prevenir o corregir un diastema.
Y es que, los diastemas no son solo un problema estético, sino que producen maloclusiones dentales, ya que los espacios en los incisivos superiores impiden que los dientes de ambas arcadas coincidan.
Además, los diastemas favorecen la aparición de enfermedades bucodentales, como la caries, la gingivitis y la periodontitis. Esto se debe a que los restos de comida se acumulan entre los espacios.
Aunque el frenillo lingual puede operarse en bebés -en aquellos que tienen dificultades para succionar correctamente durante la lactancia materna- lo más común es realizar este tipo de frenectomía en niños más mayores. Concretamente, en aquellos que ya cuentan con dientes definitivos en su boca.
Por lo general, la frenectomía lingual se realiza para corregir alteraciones en la fonación y la deglución de niños que, si bien por edad ya deberían hablar y comer correctamente, no pueden hacerlo debido a las anomalías en el frenillo.
Al contrario de lo que sucede con el frenillo labial (que es más grande o grueso de lo normal), la frenectomía lingual se realiza por un frenillo demasiado corto.
La frenectomía es una cirugía mínimamente invasiva, que se hace en unos pocos minutos y bajo anestesia local. El procedimiento para realizar cualquiera de los dos tipos de frenectomía (labial y lingual) es similar.
La recuperación tras la frenectomía es muy rápida, ya que la herida suele curarse en el plazo de siete días. Sin embargo, hay unos determinados cuidados que se deben seguir para mejorar el postoperatorio.
En el caso de los niños, también hay que vigilar que no se introduzcan la mano, juguetes, chupetes u objetos sin desinfectar en la boca. Además, tampoco se podrán tocar la herida. Todo lo mencionado aumenta el riesgo de infección y, por tanto, de complicaciones en el postoperatorio.
Comienza el cambio en tu sonrisa
¿Necesitas más información? Llámanos
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!
Esta web utiliza las siguientes cookies adicionales:
(Lista aquí las cookies que estás utilizando en la web.)
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!