Blancorexia: la obsesión por tener unos dientes más blancos
03 MayTener unos dientes blancos es un deseo que comparten muchas personas. En la mayoría de los casos, esta es una aspiración sana que se cumple una vez que el paciente se somete a un blanqueamiento dental.
El problema surge cuando la persona se obsesiona con tener unos dientes más blancos y comienza a recurrir a numerosos tratamientos dentales para blanquear sus dientes, aunque no los necesite. En este artículo vamos a hablarte de la blancorexia, un trastorno que, aunque es poco común, ocasiona graves peligros para la dentadura.
¿Qué es la blancorexia?
La blancorexia es la obsesión por tener unos dientes más blancos y brillantes, lo que puede llevar a las personas que padecen este trastorno a someterse a tratamientos agresivos o poco saludables para su boca.
Quienes padecen blancorexia se caracterizan por tener una percepción errónea sobre el color de sus dientes. Además, presentan expectativas poco realistas sobre la tonalidad que desean conseguir con los tratamientos y no se sienten satisfechos con su resultado final.
Todo ello lleva a estas personas a recurrir frecuentemente a tratamientos para aclarar el color de los dientes, como el blanqueamiento dental. Además, en muchos casos, buscan tratamientos sin control profesional, lo que aumenta el riesgo de sufrir consecuencias negativas en su boca.
Causas de la blancorexia
Las principales causas de la blancorexia son las siguientes:
- Publicidad de productos “milagro”: hoy en día, resulta muy sencillo acceder a la publicidad que realizan en Internet distintos productos blanqueadores, que prometen resultados irreales o milagrosos. Además, estos productos escapan del control profesional, ya que están pensados para que el paciente los utilice en su casa sin supervisión.
- Deseo de parecerse a celebrities e influencers: el anhelo por imitar a personas famosas puede ser otra de las causas de la blancorexia. Algunas celebrities o influencers lucen unos dientes excesivamente blancos que son difíciles de emular para la mayoría de la gente.
- Falta de información sobre los riesgos: en una gran cantidad de casos, existe un desconocimiento acerca de los peligros, los efectos secundarios y las contraindicaciones de un blanqueamiento. Por ello, mucha gente tiene una falsa sensación de seguridad, y tiende a pensar que el blanqueamiento dental es un tratamiento inocuo que no puede afectar negativamente a los dientes.
- Determinados entornos sociales o profesionales: formar parte de un entorno que da una excesiva importancia a la imagen, la belleza o la juventud puede causar blancorexia en determinadas personas.
- Baja autoestima: la baja autoestima también puede ser un catalizador de la blancorexia. El hecho de no sentirse atractivo puede provocar cierta adicción a los tratamientos estéticos.
- Trastornos psicológicos: en algunos casos, la blancorexia tiene su origen en un problema psicológico mayor, como el trastorno dismórfico corporal o el trastorno obsesivo-compulsivo.
¿Cuáles son los peligros de la blancorexia?
La blancorexia es un trastorno que tiene numerosos riesgos y efectos secundarios para la salud y estética bucodental de las personas. Los principales peligros son los siguientes:
- Sensibilidad dental: el uso excesivo de productos blanqueadores puede hacer que los dientes se vuelvan más sensibles. Dicha sensibilidad hace que ingerir ciertas comidas o bebidas (frías, calientes, dulces, ácidas, picantes…) sea incómodo o molesto.
- Irritación en las encías: los productos químicos utilizados en el blanqueamiento dental son muy abrasivos para las mucosas. Por ello, los profesionales protegen las encías cuando realizan el tratamiento en la clínica dental. Si no se tienen determinadas precauciones, el producto blanqueador puede irritar las encías y provocar inflamación y dolor.
- Manchas en los dientes: otro de los peligros de la blancorexia son las manchas en el esmalte dental. Un blanqueamiento aplicado durante más días de los recomendados o con mayor frecuencia de la adecuada puede provocar alteraciones en la apariencia del esmalte dental (manchas, color desigual, zonas con una transparencia mayor…). Por tanto, un blanqueamiento mal utilizado consigue el efecto contrario al esperado, ya que empeora el aspecto de la sonrisa.
- Daño al esmalte dental: un blanqueamiento dental excesivo puede desmineralizar el esmalte dental, lo que hace a los dientes más propensos a caries, desgastes y fracturas.
- Desórdenes nutricionales: en casos extremos, la blancorexia puede provocar una falta de nutrientes esenciales. Esto puede suceder cuando las personas, para tener una sonrisa más blanca, evitan los alimentos y bebidas saludables que manchan los dientes.
¿Qué aspectos influyen en el color de los dientes?
Hay determinados factores que afectan al color de los dientes. Por ello, no todas las personas responden de la misma manera a un blanqueamiento dental. Los principales aspectos que influyen en el color de los dientes son los siguientes:
- Genética: los genes de cada persona juegan un papel fundamental en el tono natural de su esmalte.
- Edad: a medida que envejecemos, el esmalte dental se desgasta y se vuelve más fino. Como lo que está debajo de este (la dentina) tiene un color amarillento, los dientes se ven más oscuros.
- Consumo de alimentos y bebidas: el consumo de determinados alimentos y bebidas provoca decoloraciones y tinciones en los dientes. Algunas de las comidas y bebidas que oscurecen los dientes son el café, el té, el vino tinto, los refrescos de cola, las espinacas, los frutos rojos, ciertas salsas (tomate, soja…) o determinadas especias (curry, cúrcuma…). Además, el consumo de cítricos y ácidos (limón, naranja, pomelo, lima…) erosiona el esmalte, lo que hace que los dientes adquieran un aspecto más oscuro.
- Tabaco: fumar y masticar tabaco provoca manchas amarillas o marrones en los dientes.
- Higiene bucodental: la falta de cepillado favorece la acumulación de sarro. El sarro forma una capa amarilla o marrón en los dientes, lo que les da un aspecto antiestético.
- Medicamentos: el consumo de medicamentos también influye en el color de los dientes. El ejemplo más célebre de ello son las tetraciclinas, unos antibióticos que se usaron en la década de los 70 y que, administrados durante la etapa de formación del esmalte dental, causaban manchas grises e irreversibles en los dientes. Hoy en día, estos antibióticos ya no se usan.
Consejos para prevenir la blancorexia
Las principales recomendaciones para evitar la blancorexia son las siguientes:
- Aceptar el tono natural del esmalte: como ya hemos mencionado, no todas las personas presentan el mismo color natural en su esmalte. Además, dicho tono depende de varios factores. Por ello, es importante aceptar cuál es el color de base.
- Establecer expectativas realistas: en línea con lo anterior, aceptar el tono natural del esmalte ayuda a establecer expectativas realistas sobre los resultados del blanqueamiento dental. No todos los dientes pueden blanquearse al mismo grado, y es posible que se necesiten varios tratamientos (como blanqueamiento y carillas) para alcanzar el nivel de blancura deseado. Eso sí, todos los tratamientos deben ser recomendados y supervisados por un dentista.
- Informarse sobre los riesgos: conocer los riesgos, efectos secundarios y contraindicaciones es fundamental antes de iniciar un blanqueamiento. Aunque el blanqueamiento es un tratamiento relativamente sencillo y seguro, no es 100% inocuo. Para conocer toda esta información, habla con tu dentista.
- Limitar el consumo de alimentos y bebidas con mucha pigmentación: en este caso, conviene distinguir entre las comidas saludables y las que no lo son. Por ejemplo, los refrescos de cola no aportan ningún beneficio para la salud, por lo que se pueden suprimir por completo. En cambio, las espinacas o los frutos rojos son muy saludables, por lo que no se deben restringir. En estos casos, lo más recomendable es cepillarse los dientes después de haberlos consumido. Con ello, se reducirá el impacto de sus pigmentos en el esmalte.
- Cuidar la higiene dental: una de las maneras más sencillas y eficaces de mantener unos dientes blancos es mediante un buen cepillado dental. Hay que lavarse los dientes después de cada comida, usar hilo dental y colutorio.
- Acudir a revisiones con el dentista: lo ideal es visitar al odontólogo entre una y dos veces al año. En estas citas, el profesional valorará el estado de salud oral y determinará la frecuencia con la que se debe recurrir a una higiene bucodental profesional.
- Confiar en el criterio del dentista: este es el profesional que mejor conoce la salud oral, por lo que es el más indicado para determinar los tratamientos más convenientes para los dientes. Por tanto, es esencial seguir sus consejos sobre los procedimientos adecuados o contraindicados.
- Tener cuidado con los remedios caseros: algunos de los remedios caseros que circulan por Internet son dañinos para los dientes o las encías, como el uso de agua oxigenada para blanquear los dientes. Una vez más, es preferible consultar cada tratamiento con el dentista y seguir sus recomendaciones.
En definitiva, si te preocupa el color de tus dientes, te aconsejamos acudir al dentista. Este profesional está experimentado y ha tratado muchos casos similares al tuyo. Por tanto, es la persona que te ofrecerá una mejor solución y supervisará que el tratamiento cumple con tus objetivos, en vez de perjudicar la salud y aspecto de los dientes, como algunas veces sucede cuando se huye del control profesional.
Si quieres que hagamos una valoración de tu boca y te digamos qué tratamiento te conviene más, solicita una primera visita gratuita en alguna de nuestras clínicas dentales de Barcelona.
Bibliografía
Nº de colegiado: 20975/1558.
Especialista en Odontología y Estomatología con más de 25 años de experiencia en el sector y una extensa formación en la especialidad.
Experto en implantes, ortodoncia, periodoncia, odontopediatría, estética dental y endodoncia. Con certificaciones en dichas especialidades por la Universidad de Barcelona y la Universidad Complutense de Madrid.